Madre a los 65: polémica por el caso de una alemana embarazada

El caso de la alemana que espera cuatrillizos a los 65 años tras varios intentos de inseminación artificial reavivó la polémica sobre los límites para brindarle a una mujer la posibilidad de tener un hijo que ofrece la medicina.

Annegret Raunigk no deseaba una primera experiencia tardía con la maternidad, sino poder cumplirle un deseo a Leila, la menor de sus 13 hijos: tener un hermanito. Abuela de siete nietos, la mujer había tenido su último embarazo a los 55 años. Sus hijos, de cinco parejas, tienen entre 9 y 44 años.

En un año y medio, Raunigk, que es profesora de ruso e inglés en Berlín, se sometió a varios intentos de inseminación artificial con óvulos de donante en una clínica fuera de su país. En el último procedimiento, le transfirieron con éxito cuatro embriones. «Fue un shock. Hablé con mi ginecólogo, reflexioné y tomé la decisión de seguir adelante, aunque en el fondo ya la sabía», aseguró Raunigk al diario Bild, que publicó la noticia en su tapa dominical.

A la mujer, que tiene el parto programado para dentro de dos meses, no le preocupa su edad. «No tengo miedo. Parto del principio de que tengo buena salud y estoy en forma», respondió en una entrevista con el canal RTL de la TV alemana.

Enseguida, los especialistas en fertilidad asistida de su país advirtieron sobre los riesgos para su salud y la de los bebes. Consideraron el embarazo a su edad «de riesgo extremo». En realidad, el riesgo aumenta en tándem con la edad materna: crece la incidencia de todas las complicaciones propias de un embarazo, como la diabetes gestacional, la hipertensión o preclampsia y la prematurez, entre otros. «Si un embarazo de cuatrillizos es riesgoso por la posibilidad de que el parto sea prematuro, a los 65 años lo es aun más», dijo ayer a LA NACION Ramiro Quintana, especialista en reproducción humana y asesor científico de Procrearte.

Aquí, las estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación indican que en 2013 hubo 1520 partos de mujeres de 45 o más. En 2011, que fue el último año en el que se informó la maternidad a los 50 o más, hubo 129 partos en ese grupo etario. La mayoría se concentra en la provincia de Buenos Aires. El año pasado, la Legislatura bonaerense dispuso la adecuación de la ley provincial de fertilización asistida a la ley nacional, lo que eliminó el límite de edad de 40 años para acceder a un tratamiento, algo que ya ocurre en la práctica, como indicaron desde el Ministerio de Salud provincial.

Para Quintana, el embarazo de la mujer alemana «es un caso de irresponsabilidad médica absoluta», y agregó: «Los especialistas en fertilidad ayudamos a formar una familia. El que lo hace con una mujer de 65 no. Todo lo contrario. Esto es un acto egoísta, no generoso». Aclaró, también, que una gestación de cuatrillizos es, hoy, «un mal resultado de la técnica de fertilización asistida» y que, en este caso, «se hizo algo que no se hace ni siquiera con una mujer más joven».

PRÁCTICA NO RECOMENDADA

Fernando Neuspiller, director de IVI Fertilidad Buenos Aires, describió este embarazo como «iatrogenia médica». Coincidió en que es una práctica que no corresponde en las mayores de 50, menos aun con la transferencia de cuatro embriones. «Normalmente, en el mundo civilizado, como es Alemania, se aplica la recomendación de la Sociedad Europea de Reproducción Asistida de transferir dos embriones a las menores de 45 y uno a las mayores de 45, porque un embarazo múltiple a esa edad tiene riesgos para la salud. Más aún a los 65», indicó Neuspiller.

Por eso, hay mujeres que recurren a clínicas de países donde los límites de las prácticas son más laxos. Como la tecnología utilizada no es tan avanzada, se transfieren más embriones para aumentar la posibilidad de éxito del tratamiento.