Nunca se puso en práctica el AFA plus

Se llevan invertidos más de $ 300 millones, pero se cerraron los centros de empadronamiento y no se sabe cuándo entrará en vigor; la UTN y Telecom reclaman pagos.

Los 27 centros de empadronamiento, cerrados. Inversiones millonarias, paralizadas. Polémica entre los clubes. Deudas no reconocidas por la AFA. Las imágenes integran la realidad de AFA Plus, el sistema biométrico de acceso a los estadios que impulsó Julio Grondona para terminar con la reventa y falsificación de entradas, los tickets de protocolo y limitar el ingreso de los hinchas violentos. A 713 días de su presentación oficial -fue el 3 de octubre de 2012- y a 1939 días de la firma del primer contrato con la empresa Telecom -el 26 de mayo de 2009-, el proyecto parece naufragar.

La Universidad Tecnológica Nacional (UTN), encargada de enrolar a los hinchas que invirtió $ 43 millones, cerró el 1 de agosto los centros en los que se realizaban los trámites y no renovó los contratos del personal contratado. Aduce que la AFA le debe $ 15,4 millones. En el edificio de la calle Viamonte niegan el atraso.

Telecom Argentina, la empresa que provee un servicio integrador de tecnología y comunicaciones para montar el dispositivo en los estadios, ya invirtió $ 290 millones. Como aún no se implementó, la compañía telefónica no recibió un solo centavo: el contrato con la AFA preveía que Telecom recibiera un determinado canon por espectador: el 20 de julio de 2011 se estableció que sería el 20% de una entrada general, con un mínimo asegurado de $11 por ticket. Aunque a principios de 2014 estaba todo acordado para llevar ese porcentaje al 15%, la AFA consideró que la manera de repago de la inversión era «absolutamente inviable». «Estamos haciendo una reformulación comercial», anuncia Oscar Ojeda, flamante director general de AFA Plus. Y agrega: «Tenemos que recuperar credibilidad. Eso se consigue con logros, con hechos. Este proyecto no soporta una promesa más».

La Argentina actual dista mucho de ser la de 2009, cuando se firmó el primer contrato. En mayo de ese año, por ejemplo, la TV del fútbol de primera era privada. Y en las canchas había hinchas visitantes. Lo que hoy es AFA Plus, entonces se conocía como «Sistema de Administración del Fútbol Argentino». No se modificaron los proveedores de la entidad de la calle Viamonte (Telecom y la UTN), aunque sí sus gerentes, directores y presidente. La AFA cambió para siempre con la muerte de Julio Humberto Grondona, pero meses antes el proyecto, cuya fecha de entrada en vigencia era febrero de 2013, originalmente, y agosto de este año, después, debió reformularse varias veces y no se sabe cuándo empezará a funcionar.

La última, a la que en la AFA llaman «redimensionamiento», ocurrió en mayo, poco antes de que Grondona viajara a Brasil para el Mundial. En esos días debía firmarse un agregado al contrato original entre la AFA y Telecom. El convenio establecía que el fútbol reconocería inversiones adicionales al proyecto original por US$ 12,5 millones, a pagar en 48 cuotas sin interés y al cambio oficial. Grondona, que estaba al frente de las negociaciones, estampó su firma. No así Luis Segura, hoy presidente de la AFA, ni Miguel Silva, secretario general del comité ejecutivo.

«Ahí se replanteó todo el proyecto», recuerda Ojeda. Según sus propias palabras, «fue Julio Grondona» quien le pidió que se pusiera al frente de AFA Plus. «Vio que este proyecto estaba lo suficientemente demorado como para meter mano en el asunto y tratar de reencauzarlo de una buena vez. Me pidió que me encargara de ver cómo estaba la situación. Es una herramienta de ayuda a los organismos de seguridad para evitar que entre la barra. Y para ejercer eficientemente el derecho de admisión», sostiene Ojeda, que ocupa el lugar del ingeniero Fernando Casalla, ex vicepresidente de Estudiantes de La Plata y otro hombre de confianza de Grondona. Casalla fue el líder del proyecto AFA Plus de 2009 a 2014.

Pese a la magnitud de las inversiones realizadas, el retraso en la implementación parece ser la razón por la que en la AFA están dispuestos a integrar al negocio a otros proveedores tecnológicos.

«Hay reuniones con los ministerios del Interior y de Seguridad. Interior tiene desarrollada una plataforma de empadronamiento vía web. Queremos aprovechar todo el trabajo que han hecho ellos. Si nosotros nos ponemos a desarrollarlo vamos a perder muchos meses», asume Ojeda, quien reconoce las negociaciones con Telecom para encauzar el proyecto.

Algo parecido sucede con la UTN. La AFA había firmado dos convenios con la Facultad Regional Buenos Aires de esa casa de estudios. Uno por auditoría (la UTN es la encargada de certificar todas las obras civiles que Telecom hace en los estadios, por ejemplo) y otro por el empadronamiento de los hinchas. Por el primero, la AFA debe pagar $51.300 al mes. Por el segundo, el canon varió. Al principio, cada empadronado costaba $65. Como estaba previsto que los hinchas pagaran para recibir la tarjeta, la AFA no iba a desembolsar ese dinero. A partir de 2011, el valor trepó a $ 100. Fue Julio Grondona quien determinó el costo cero para los portadores de la tarjeta. «Que sea gratis», ordenó. Y la UTN pasó a entregarle a la AFA, mes a mes, una factura con el detalle de la cantidad de empadronados. La universidad usa ese dinero para afrontar sus costos: el personal contratado y la impresión de las tarjetas, entre otros. También, en la primera etapa, estaba previsto que absorbiera el envío de las tarjetas por correo.

Pero fue la AFA la que aceptó la sugerencia de la UTN para que este último paso del trámite se realizara en los centros de empadronamiento. Así, se evitaban dos problemas: el riesgo para los carteros en la entrega a hinchas que vivieran en lugares peligrosos o inaccesibles, y también el pequeño margen de error que hubiera en las tarjetas. Desde febrero de este año, los interesados debían ir a los centros de empadronamiento a buscar sus plásticos.

Pero algo falló. La UTN puso a resguardo en un depósito unas 200 mil tarjetas, que hasta el 1° de agosto no habían sido reclamadas por sus titulares. Otros 180 mil empadronados aún no tienen sus tarjetas impresas. ¿Qué pasó? La UTN cerró los centros de empadronamiento a comienzos del mes pasado. Aseguran que la AFA les debe $ 15,4 millones. Y que la última factura por gastos de empadronamiento que cobró data de junio de 2013 y se terminó de abonar recién a principios de 2014. Sin recursos propios, la UTN no podía afrontar los 27 centros de empadronamiento. Mucho menos, cuando el caudal de personas que acudían a enrolarse se desplomó en 2014: hubo meses con apenas 3000 interesados para un trámite que, en su época de mayor auge (julio de 2013, cuando la AFA lanzó los spots en los partidos del Fútbol Para Todos y planeó su instrumentación para agosto de ese año) supo convocar a 130 mil personas. Por esa razón, la UTN no renovó los contratos trimestrales con sus empleados (llegó a tener bajo convenio a 420 personas) y desmontó todos los centros.

La AFA, sin embargo, brinda otra versión. «No hay un atraso con la UTN. Hubo un anticipo de $10 millones dado por la AFA. Empadronar es que vos tengas el carnet. E inclusive en el contrato dice que ellos son los responsables de ensobrar, emitir y pagar el costo del correo. ¿Sabés cuántos empadronados hay para ese contrato? 36.000. Hacé la cuenta. Son $3,6 millones. ¿Sabés cuánto nos deben? Esa es la cuenta de la AFA», anuncia Ojeda. Y aclara: «Igual, no estamos en malas relaciones con la UTN».

«Estamos en una etapa de negociación, para que alguien no venga y presente una factura que diga «Páguese», ¿entendés?», aporta Héctor Domínguez, ex presidente de Gimnasia y Esgrima La Plata, uno de los asesores que estuvo más cerca de AFA Plus desde 2009.

Sin embargo, las partes involucradas en este conflicto saben que los propios asesores legales de la AFA aconsejaron, a fin del año pasado, pagarle a la UTN por empadronado. Y no por tarjeta entregada. Además, el propio Grondona, ante un requerimiento de los clubes por la falta de entrega de las credenciales, admitió el atraso en los pagos a la UTN en 2013.

En la AFA explicaron que el cierre de los centros de empadronamiento obedeció a una decisión que partió desde la calle Viamonte. En un principio, la razón era que se había vencido el contrato con la UTN. Sin embargo, Ojeda se rectificó y aclaró que el convenio recién caduca el 1° de septiembre de 2016. «Paremos todos los centros y haceme un presupuesto de seis centros por tres meses», fue la solicitud de la AFA a la UTN, que pedía actualizar los valores y saldar la deuda. Desde hace unos días, Ojeda tiene la cotización (alrededor de $235 mil pesos por mes, sin contar los gastos de empadronamiento ni de impresión de las tarjetas) por los centros. La UTN no ha recibido ninguna respuesta definitiva. Ni sobre esto ni sobre la deuda.

Los clubes, mientras tanto, esperan que este nuevo «redimensionamiento» de un proyecto que ya lleva más de cinco años sin concretarse no implique nuevos desembolsos de dinero. De hecho, los que tienen su sede en la Capital aún no tienen ejecutadas las obras civiles aprobadas. Sus tesorerías no dan para más. Es posible que hoy, incluso, algunos pidan explicaciones sobre las demoras (y el futuro de AFA Plus) en la reunión del comité ejecutivo.