Qué mala suerte

El jugador brasileño Edmar Lacerda, que juega en el equipo ucraniano Metalist Kharkiv, pasa por una situación aún más difícil que la de sus compatriotas que forman parte de la plantilla del Shaktar.

Lacerda se nacionalizó ucraniano en 2011 y ahora fue convocado por el Ejército del país para luchar contra los rebeldes separatistas. La noticia le sorprendió. «Yo no lo esperaba y no sabía que hacer», dijo el jugador. Aunque sea un desconocido en su país de nacimiento, Lacerda es muy reconocido entre los aficionados de fútbol en Ucrania, donde vive desde 2008.

El jugador se nacionalizó para poder jugar en la selección ucraniana, país de su mujer, y disputó nueve partidos por el equipo nacional.

Lacerda dijo que los directivos del equipo le aconsejaron estar tranquilo y que arreglarán la situación.