Recorría el mundo en bici y se la robaron

“Anai, no nos perdimos en las rutas de Argentina, no te voy a perder en BA” escribió el belga Sébastien Assoignons en su cuenta de Facebook. El mensaje está dirigido a Anai, la bicicleta en la que desde hace dos años y medio Sébastien recorre nuestro país. Tenía un próximo desafío: viajar a Colombia, pasando por Ecuador, Perú y Bolivia. Pero los planes entre la bicicleta marca Koga Miyata y el belga se frustraron: la bicicleta fue robada en Malabia y Vera, el 8 de julio pasado.

“Podría conseguir otra bicicleta y seguir viajando; muchos me recomiendan que haga eso y yo entiendo la filosofía porteña. Pero no quiero bajar los brazos. La bici es mi forma de ser” contó Sébastien a INFOnews, quien ofrece 500 dólares de recompensa a cambio de su rodado. Quienes tengan algún dato sobre la bicicleta pueden contactarse con la cuenta de Facebook del viajero.

El hombre, de 38 años, no es el primer extranjero afectado por los robos y arrebatos. Sin embargo dice que el hurto de Anai no cambió sus sentimientos hacia Buenos Aires. “Yo quiero radicarme en esta ciudad, me enamoré de ella apenas llegué y es un esfuerzo grande el que hago por no caer en el enojo que provoca la inseguridad. Prefiero enfocar mi energía positivamente”, contó el belga de 38 años.

Sébastien y su bicicleta cruzaron las rutas y caminos que conectan las Cataratas del Iguazú con la Provincia de Tierra del Fuego. Desde el punto más austral del país volvió a subir hasta La Quiaca. Todo lo hizo a bordo de su rodado y el viaje duró 10 meses.
Ahora los recuerdos de su travesía están empañados: su fiel compañera fue arrebatada en una esquina de Villa Crespo, donde la dejó atada a un palo con candado para ir a una milonga.

“Recorrí la manzana donde me la robaron varias veces y accedí a a las cámaras de los edificios. Se generó un movimiento que me sorprende en la búsqueda de la bici” contó Sébastien, quien hasta recibió mensajes de apoyo desde Nueva York.

Cómo es la bicicleta robada
Anai significa “mejor amiga” en idioma de los esquimales. La bicicleta tiene asiento marrón, manubrio doble nivel y la llanta trasera es roja y negra. El belga que antes de llegar a nuestro país recorrió el sudeste asiático, está decidido a recuperar su rodado.

¿Qué hará cuando se reencuentre con Anai? “Un asado en Villa Crespo, en el la esquina donde me la robaron”, dice Sébastien.