Salta lanzo inédito índice para testear lucha contra la exclusión

Diseñado por más de 130 organizaciones de la sociedad civil, la provincia de Salta presentó el Índice de Progreso Social, una herramienta para medir los avances de las políticas contra la pobreza y la exclusión, conformado por 52 indicadores multidimensionales que exhiben en qué medida se están logrando satisfacer las necesidades básicas de la población.

La novedad del indicador es que cuantifica el éxito de las medidas no solo desde la perspectiva económica, como las clásicas estadísticas que miden la pobreza en relación con el avance del Producto bruto Interno o los ingresos de los habitantes, sino que abarca otro puñado de ítems para revelar el grado de bienestar de una sociedad. Por ejemplo, la cantidad de personas que tienen conexión a Internet, cuántos jóvenes cuentan con posibilidades reales de asistir a una universidad e incluso condiciones medioambientales y consecuencia del cambio climático.

Salta será la primera provincia del país que contará con esta herramienta de medición, que según adelantó el gobernador Juan Manuel Urtubey durante la presentación, servirá «para ver lo que está mal y cambiarlo».

«Tenemos la necesidad de acelerar las tareas para cumplir con las metas que nos propusimos hacia 2030. Las situaciones de vaivenes locales e internacionales hacen que las condiciones de la calidad de vida en el país se muevan como un electrocardiograma, y eso impacta en los más vulnerables. Queremos sumar un elemento más de diagnóstico para saber adónde vamos», agregó.

En la escala de 1 a 100 que contempla el índice de progreso social provincial, Salta alcanzó, de acuerdo a los guarismos de 2016, los 60.47 puntos.

«Las estadísticas muestran que somos una de las provincias en dónde más descendió la pobreza en los últimos años, pero si la caminamos nos damos cuenta de que no hay nada que festejar. Tenemos que ser todavía más eficientes, tenemos que cambiar la realidad», concluyó el mandatario.

Los 52 indicadores del estudio, 16 de ellos en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, ponen el foco en las necesidades básicas del bienestar y muestran, por ejemplo, los avances en Nutrición y asistencia médica básica, Seguridad personal, Agua y Saneamiento, Vivienda, Acceso a conocimientos básicos, Información y comunicaciones, Salud y bienestar, Sustentabilidad del ecosistema, Derechos personal, Libertad de acción y elección, Tolerancia e inclusión y Educación superior.