Sector vitivinícola: en la última década cerraron unas ochenta bodegas en el país

El mercado comienza a concentrarse en manos de grandes grupos

La actividad vitivinícola muestra una marcada tendencia hacia la concentración, con la reducción del 30% de la cantidad de viñedos en manos de pequeños productores y el avance de grandes grupos sobre esas tierras, principalmente en Mendoza y San Juan en los últimos años.

Además, en la última década desaparecieron en el país al menos ochenta bodegas, en lo que constituye otro signo de que menos dueños controlan la cadena de elaboración.

Un informe del Observatorio de las Economías Regionales de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentina (ACOVI) reveló que en los últimos veinte años aumentó cerca de un 8% la superficie cultivada en el país, pero que la cantidad de viñedos se redujo casi un tercio.

El análisis, que interpretó datos sobre las tierras y la distribución de la riqueza en toda la cadena (elaboración, fraccionamiento y venta), concluyó que desde 1994 hasta la actualidad las tierras «se concentraron en una menor cantidad de propietarios», indica iProfesional.

Argentina cuenta con 224.000 hectáreas cultivadas con vides, que en el 2016 produjeron cerca de 1.000 millones de litros de vino y, si bien no se redujo la superficie destinada a la vitivinicultura, sí se modificó la estructura patrimonial.

En el 2006 el total de bodegas elaboradoras en el país era de 958 y, nueve años después, en el 2015, fue de 884. En ese lapso, Mendoza perdió 62 complejos y San Juan, 41, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

«En los últimos años empezó a configurarse un sector más concentrado y menos diverso», dijo a la agencia Télam el gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas y titular de Coningro, Carlos Iannizzotto.

Argentina tiene 224.000 hectáreas, que en 2016
produjeron 1.000 M de litros de vino

Con la carga de haber padecido en 2016 la peor cosecha en medio siglo, los pequeños productores resisten como pueden la caída del consumo del vino y la carrera desigual hacia las góndolas de los supermercados, en un contexto de expansión de las grandes bodegas de Mendoza (que aglutina el 76% de los viñedos de todo el país) y de San Juan (18%).

«Los grandes inversores siempre están detrás de las fincas con problemas de rentabilidad y eso, con el tiempo, va haciendo que cada vez haya más hectáreas plantadas en manos de menos propietarios», graficó Iannizzotto.

Desde hace una década se profundizó el retroceso del segmento que agrupa a los dueños de menos de 10 hectáreas (alrededor de 20.000 productores) y que representan el 75% del total.

En 1994 existían casi 210.000 hectáreas cultivadas de vid, que correspondían a cerca de 35.000 viñedos. En promedio, entonces, se contaban 6 hectáreas por viñedo. En 2015, las hectáreas aumentaron a 225.581 con 25.049 viñedos, es decir, 9 hectáreas por viñedo.

Si bien la superficie cultivada total se incrementó en un 7,5%, la cantidad de viñedos se redujo en un 27,7 por ciento.