Ucrania no dialoga con los rebeldes

El gobierno interino ucraniano se negó a invitar a una mesa de diálogo que inauguró a los rebeldes que declararon la independencia en el este del país, mientras los insurgentes comenzaron a bloquear unidades militares, una maniobra similar a la utilizada por los separatistas pro rusos en Crimea.

La propuesta de un diálogo nacional con las autoridades rebeldes de las provincias de Donetsk y Lugansk había sido lanzada por las potencias occidentales y Rusia, pero Kiev la rechazó y hoy abrió una mesa de diálogo en la sede del Parlamento, sin la presencia de los líderes de los levantamientos del este del país.

«Estamos dispuestos a escuchar a todos, pero para hacerse escuchar no es necesario disparar, robar y ocupar edificios. No permitiremos que aterroricen y chantajeen tanto las regiones de Donetsk y Lugansk como al resto del país», afirmó el presidente interino, Alexander Turchinov, al inaugurar el encuentro.

Durante la apertura, algunos de los participantes expresaron sus diferencias.

Sentado en la mesa en la Rada, el jefe de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, el patriarca Filaret, sostuvo que mientras «la Iglesia apoya la vía pacífica», «el diálogo sólo es posible en condiciones de seguridad», según la agencia de noticias EFE.

«¿Cómo entablar ese diálogo cuando Ucrania está en peligro? ¿Cuando en el Donbass (región del este del país) operan hombres armados? ¿Cómo dialogar cuando en el norte del país hay tropas y tanques rusos? Ese diálogo es sólo beneficioso para el agresor. Nosotros rechazamos ese diálogo», destacó.

En tanto, la ex primera ministra y candidata presidencial, Yulia Timoshenko, también cargó contra el presidente ruso, Vladimir Putin, pero pidió abrir el diálogo con las provincias sublevadas y propuso celebrar la próxima mesa redonda en Donetsk.

En esa provincia, la tensión militar volvió a escalar hoy luego que unos 20 hombres armados bloquearan la entrada y salida de una unidad militar de la ciudad de Donetsk con un camión, según dijo el Ministerio de Defensa a la agencia de noticias oficial Ukriform.

El Ministerio informó que el comandante de la unidad encabezó las negociaciones con los milicianos, quienes sostenían que había terminado el plazo de 48 horas para entregar sus armas o sumarse a la República Popular de Donetsk, proclamada independiente el lunes pasado.

Una situación similar se vivió en la base de la Guardia Nacional en la ciudad de Luganks, la capital de la segunda provicia independentista, cuando un grupo de milicianos rebeldes bloqueó la entrada, según informaron las Tropas Internas de Ucrania (gendarmeria) al canal de televisión local UR1.

Los bloqueos recuerdan la estrategia utilizada por las milicias separatistas pro rusas en Crimea, luego de declarar su independencia de Ucrania y pedir el ingreso a Rusia.

Las fuerzas separatistas -apoyadas por miles de militares presuntamente rusos- rodearon una a una todas las bases, sedes y unidades militares, las asediaron y, en algunos casos, las ocuparon por la fuerza. Una vez adentro, forzaron a los militares y policías ucranianos a entregar las armas o unirse a ellos.

Según informó uno de los líderes de la república separatista de Donetsk, Miroslav Rudenko, a la agencia de noticias rusa Interfax, la policía local de esa provincia rompió hoy con el gobierno de Kiev y se sumó a las fuerzas insurgentes.

El dirigente rebelde pronosticó que «en cuestión de días» podría pasar lo mismo con la Guardia Fronteriza, apostada a lo largo de la cercana frontera con Rusia.

Los máximos líderes separtistas de Lugansk, y de forma más sútil también los de Donetsk, propusieron esta semana a Moscú unirse a la Federación Rusa.

Los avances de las milicias, la latente amenaza de la ofensiva militar que lanzó en abril pasado el Ejército y que reactiva intermitentemente sobre Donetsk y Lugansk, y la declaración de independencia de estas provincias ucranianas prendió hoy las alarmas dentro del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC).

«La situación en Ucrania está entre las prioridades de nuestro radar, nos estamos preparando para posibles problemas», anunció su presidente, Peter Maurer, en conferencia de prensa en Ginebra, al anunciar el envío de una misión especial de 22 delegados.

En un intento por bajar la tensión internacional que rodea la crisis ucraniana, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, aseguró hoy que su país no tiene intención de enviar tropas a Ucrania, como habían pedido algunos líderes independentistas y habían denunciado las potencias occidentales.

«No tenemos ninguna intención de enviar ningún destacamento a ninguna parte», dijo Lavrov en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg.

Pese al creciente temor a un conflicto armado, las autoridades de de Donetsk avanzaron hoy en la construcción de un nuevo Estado.

«Formamos un Soviet (Consejo) Supremo con 150 diputados. Durante la primera reunión se decidió crear un Consejo de Seguridad y se aprobó un proyecto de acta constitucional», explicó Rudenko a Interfax.

Según el borrador constitucional, el jefe del Estado será el presidente del Soviet Supremo y será elegido por los propios diputados. No está claro cómo fueron elegidos esos legisladores.