A 14 años de la muerte de Rodrigo

Era la madrugada del 24 de junio de 2000, cuando la noticia de un accidente de tránsito dejó enmudecido el mundo cuartetero y de la música popular argentina. La víctima fatal era Rodrigo Bueno, quien en los últimos años de su vida había logrado conquistar el ambiente bailantero con canciones que hoy siguen siendo un éxito.

El accidente sucedió cuando el músico se dirigía hacia Buenos Aires por la Autopista Buenos Aires-La Plata en su Ford Explorer SUV Roja con su ex esposa, Patricia Pacheco; su hijo, Ramiro; Fernando Olmedo; el músico Jorge Moreno; y el locutor de radio Alberto Pereyra. Cerca de las 3:30 y en Berazategui se produjo el choque que terminó con la vida del cuartetero y de Fernando Olmedo.

Tras varios años de trabajo en la música y una decena de álbumes editados, Rodrigo llegó al éxito masivo y logró trascender ampliamente las fronteras del género musical en el que se desarrolló. Desde un puñado de canciones directas y pegadizas que reafirmaron su compromiso con el folclore regional que lo definía, el cantante, dueño de un rostro bello y verde mirada pícara, logró hacerse un lugar propio dentro del peculiar universo de la música bailantera.

«El cuarteto fue muy marginado por los militares y me encanta defenderlo aunque yo no sea el Che Guevara, como también me encanta que tenga su lugar en revista Gente porque eso significa que con el cuarteto pude ganarle a la cumbia», opinó Rodrigo en una charla con Télam en marzo de 2000, antes de la imponente serie de conciertos que ofreció en el estadio porteño Luna Park.