Cardenales con miedo

El prelado alemán Walter Kasper habló de la inquietud de un sector de la Iglesia, ante los cambios que promueve Francisco: «Algunos temen que todo colapse si se cambia algo».

A una semana del inicio de sínodo extraordinario de obispos sobre los desafíos de la familia, uno de los cardenales más cercanos al papa Francisco avaló las iniciativas del Sumo Pontífice, aunque reconoció que existe una importante oposición a su vocación reformista y de apertura de la Iglesia.

«El Evangelio no es un museo, no es un código penal, no es un código de doctrinas y mandamientos. Es una realidad viviente en la Iglesia y nosotros tenemos que caminar con todo el pueblo de Dios y ver cuáles son sus necesidades. Algunos cardenales temen que haya un efecto dominó y que, si se cambia un punto, todo colapse», advirtió Kasper,

El prelado alemán fue blanco de un grupo de conservadores que se oponen abiertamente a su postura de apertura hacia los divorciados vueltos a casar, que será uno de los temas principales del sínodo. El religioso promueve que, bajo la supervisión de un sacerdote y después de un camino penitencial, sean readmitidos a la comunión.
«Todo esto se vincula con la ideología, una interpretación ideológica del Evangelio, pero el Evangelio no es un código penal», analizó el prelado europeo en diálogo con La Nación. «Me parece que acá tenemos un fundamentalismo teológico que no es católico», consideró.

Además Kasper señaló que «es obvio que hay gente que no está totalmente de acuerdo con este Papa, algo que no es nuevo y ya sucedió durante el Concilio Vaticano II, cuando muchos estaban en contra al aggiornamento de Juan XXIII y Pablo VI».