El 2017 arrancó con una caída de 5% en ventas de los hipermercados

En los supermercados chinos, la retracción trepa al 12%​

El consumo masivo arrancó el 2017 con señales negativas. Si bien algunos empresarios auguran una recuperación desde marzo, los primeros 23 días de enero muestran una baja de las ventas en los hipermercados del 5% en unidades, al igual que en los supermercados más chicos del interior.

De igual forma, los comercios de origen chino evidencian una caída, aunque según dijo a BAE Negocios la presidenta de la cámara Cedeapsa, Yolanda Durán, el descenso es del 12 por ciento «en comestibles, bebidas, lácteos y artículos de limpieza». Fuentes de hipermercados informaron que en lo que va de enero, «el consumo bajó 5% en unidades», en tanto que desde la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) revelaron una retracción también del 5%.

El vocero de CAS, Fernando Aguirre, afirmó ayer a este diario que «dependiendo de la provincia, la caída va del 4 al 5 por ciento. De todos modos, creemos que la recuperación llegará en marzo y será un mejor año que el 2016».

Además de la pérdida real de poder adquisitivo que afecta todos los meses las compras masivas, un factor influyente en el consumo será el nuevo aumento del 8% en los precios de los combustibles líquidos. Aunque en enero el impacto no sería visible, en febrero la suba en la logística y el plástico derivaría en un nuevo aumento en las góndolas de los supermercados. Esto se reflejaría en las próximas semanas, ratificaron las fuentes del retail, luego de la información que este diario dio a conocer la semana pasada.

Después del anuncio sobre la prórroga de Precios Cuidados, el 2017 debutó en materia de remarcaciones de precios. El café lidera los incrementos de hasta 15%; y le siguen la leche, el pan lactal y los artículos de limpieza.

Las cámaras de súper del interior informaron
también caídas en venta del 5 por ciento este mes

Producto de la recesión económica evidenciada en el consumo masivo, especialmente en las grandes superficies comerciales, «los consumidores siguen comprando alimentos, bebidas y artículos de limpieza más baratos». Se trata del trasvasamiento de las primeras marcas de productos masivos a las segundas y hasta terceras, como consecuencia de la fuerte caída en el poder adquisitivo de la clase media y baja.

La adquisición de productos más económicos ha replanteado la estrategia de los hipermercados, que cada vez más ofrecen marcas propias.