Golpe consumado: sin pasar por la Asamblea Legislativa Plurinacional, Bolivia tiene nuevo presidente

Sin tener el quórum necesario, Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta de Bolivia en reemplazo de Evo Morales.

La senadora opositora Jeanine Áñez este martes la Presidencia interina de Bolivia, en sucesión presidencial directa, sin pasar por el voto de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

«Conforme al texto y sentido de la Constitución, como presidenta de la Cámara de Senadores asumo de inmediato la Presidencia del Estado prevista en el orden constitucional y me comprometo a asumir todas las medidas necesarias par pacificar el país», dijo la parlamentaria en una reunión urgente del parlamento que no tuvo quórum porque solo asistieron diputados y senadores de la oposición.

Áñez, quien era segunda vicepresidenta del Senado y no pudo lograr su confirmación previa como presidenta de esa cámara, dijo que asumía el mando del país porque el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García y los líderes parlamentarios renunciaron.

No hubo posesión ni juramento de la nueva gobernante, la única que habló en la reunión realizada sin previo aviso en el hemiciclo de la Cámara de Diputados en el que estaban vacías las sillas de las bancadas mayoritarias del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales.

La asunción presidencial directa, como la definió previamente el senador opositor Yerko Núñez, fue decidida tras una interpretación del procedimiento de sucesión establecido por la Constitución, que señala que el jefe del Senado asume el mando ante renuncia o ausencia definitiva del Presidente y el Vicepresidente.

«Ni siquiera hacía falta su confirmación como presidenta del Senado, porque Jeanine Áñez ya tenía de hecho ese rango por renuncia de la anterior presidenta», Adriana Salvatierra del MAS, añadió Núñez.

Áñez prometió en su breve alocución ante los parlamentarios opositores «organizar elecciones libres y transparentes en el menor plazo posible, que es lo que el país necesita».

Tras la rápida toma del mando en el palacio legislativo, Áñez y los parlamentarios opositores cruzaron la Plaza Murillo e ingresaron al Palacio Quemado, la antigua sede presidencial que Morales dejó de utilizar el año pasado.