Las Malvinas, ¿son escocesas?

Abogado, fundador del Centro de Estudios Internacionales de la UCA, Ezequiel Pereyra Zorraquín llama la atención sobre un hecho al que los actuales responsables de nuestra política exterior no parecen estar prestando atención: el auge del independentismo escocés y los intersticios que ello podría abrir para el avance de la causa argentina. También sugiere un interesante camino a seguir.

En septiembre del año pasado, Londres logró evitar por poco un acontecimiento que hubiera transformado su fisionomía por completo: la independencia de Escocia del Reino Unido. Pero la historia no terminó allí, porque, aunque adverso, el referéndum del 18 de septiembre de 2014 trajo consigo un impresionante crecimiento del Partido Nacionalista Escocés (SNP), principal abanderado del separatismo.

Al punto que, en las elecciones legislativas que tuvieron lugar pocos meses después, el 7 de mayo pasado, el SNP multiplicó por tres el número de sus diputados y hoy ocupa 56 de las 59 bancas escocesas en el Parlamento del Reino Unido. Una mayoría aplastante. Y un resultado que trajo consigo la expectativa de un nuevo posible referéndum en 2016, contrariando la afirmación del Premier conservador David Cameron de que el referéndum de 2014 resolvía la cuestión por una generación.