Traslado aéreo de sangre

La rúbrica del protocolo establece el traslado de todos los componentes sanguíneos para garantizar el acceso a este insumo vital. El año pasado se llevaron a cabo 623.572 transfusiones de productos sanguíneos en el sector público.

El ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, y el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, firmaron esta tarde un acuerdo por el cual, bajo la supervisión del Plan Nacional de Sangre y garantizando las condiciones de seguridad necesarias, vuelos regulares de cabotaje podrán trasladar sangre con fines de transfusión, sus componentes y derivados a las ciudades de todo el país a las que vuela la aerolínea de bandera.

“Con la firma de este convenio de cooperación técnica estamos institucionalizando una ayuda que ya se estaba dando para trasladar nada más ni nada menos que sangre segura, en tiempo y forma a lo largo y a lo ancho del país”, expresó Manzur tras la firma del convenio en la sede porteña de la compañía aérea. En ese sentido, el ministro sostuvo que “en estos diez años Argentina ha realizado una inversión en bancos centrales de sangre que no tiene precedentes en la historia sanitaria del país para asegurar todo lo que tiene que ver con el análisis de la sangre y salvar vidas”.

Manzur ejemplificó que “la sangre es para el sistema de salud lo que representa el combustible para los aviones, a veces hay grupos de sangre que no son fáciles de conseguir y Aerolíneas Argentinas está ahí con todos sus recursos humanos y toda su capacidad para trasladar y llegar con este insumo, que significa salvar una vida”, indicó, al tiempo que recordó que la cartera a su cargo ya había firmado un convenio con la empresa para materializar el traslado de órganos destinados a trasplantes, en línea con el pedido de la Presidenta de la Nación para “optimizar el uso de Aerolíneas Argentinas con el fin de mejorar y cuidar la salud de todos los argentinos”.

En cuanto a la logística de traslado de los componentes sanguíneos Recalde informó que “es un proceso complejo en el que estuvieron trabajando los equipos del Ministerio de Salud y de Aerolíneas para poder realizar el traslado, la logística y el embalaje de manera segura, así como lo hicimos con los órganos”. El titular de Aerolíneas destacó que “esto que tiene que ver con una política de Salud, en parte es gracias a la recuperación de un medio de trasporte rápido y ágil que en pocos horas puede ir de una punta a otra del país y con vuelos a todas las ciudades del interior del país con muchas frecuencias y regularidad”.

Recalde además manifestó que “es un orgullo que la recuperación de Aerolíneas haya contribuido con la salud para salvar vidas, concretamente trasladando órganos, sangre, médicos, pacientes y lo que haga falta en cualquier situación de emergencia”.

El objetivo del acuerdo es “coordinar la recíproca cooperación para instrumentar un Régimen Operativo de Intercambio y Transporte de los componentes y derivados de la sangre, garantizando las condiciones de seguridad en el traslado por vía aérea” dentro de la Argentina a las principales ciudades de las veinticuatro jurisdicciones, “con celeridad y garantizando su disponibilidad donde los pacientes los requieran”.

En este sentido, el acuerdo no persigue fines de lucro y se establece sobre la base de que “resulta pertinente fortalecer los valores solidarios y el respeto de los derechos fundamentales del hombre” con el fin de favorecer “las posibilidades y calidad de vida de las personas que necesitan transfusiones de componentes y derivados de la sangre”.

Por su parte, a través del Plan Nacional de Sangre la cartera sanitaria deberá entregar a Aerolíneas Argentinas la nómina de personal de los distintos Bancos de Sangre provinciales que están autorizados a realizar las gestiones referidas a la solicitud del traslado de la sangre y sus componentes en condiciones adecuadas de seguridad.

Participaron también de la firma de convenio, el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar, el subsecretario de Política, Regulación y Fiscalización, Andrés Leibovich y autoridades de la compañía de aviación argentina.

Una Argentina que crece en solidaridad

Hace diez años atrás, según explicó Leibovich, “estábamos en unos 330 mil donantes en el sector público, de los que menos del 3 por ciento eran voluntarios y el resto era para reposición. Al finalizar 2013 llegamos a más de 670 mil, con un 35 por ciento de voluntarios”.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo en 12 países de América Latina y el Caribe el 100 por ciento de las donaciones proviene de donantes voluntarios no remunerados y de repetición. Las estadísticas indican además que en los últimos cinco años se duplicó el número de unidades de sangre recolectadas en la región, aunque ese incremento fue desigual entre los países y provino en su mayoría de donantes familiares o de reposición, lo que afecta la seguridad de la sangre y su disponibilidad en el momento oportuno.

En ese escenario, Argentina es líder regional en cantidad, calidad y seguridad en materia de donaciones de sangre, que en el sector público aumentaron en un 103 por ciento entre 2004 y 2013. Sólo el año pasado se llevaron a cabo 623.572 transfusiones de productos sanguíneos, de las cuales el 54 por ciento correspondió a glóbulos rojos, el 24 por ciento a concentrados de plaquetas y el 18 por ciento a plasma fresco.

A tal fin, gracias a la política nacional de sangre, la cantidad de bancos de hemoterapia se incrementó de dos, que se registraban en 2004, a 22 que existen actualmente en 20 jurisdicciones del país.