Obama anunció su plan contra los fundamentaras islámicos

El presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó 25 millones de dólares destinados a una inmediata asistencia militar al gobierno de Bagdad y a su par regional kurdo en Irak, informó la Casa Blanca.

El objetivo de la asistencia es adiestrar a las tropas comprometidas en el terreno contra el grupo insurgente Estado Islámico (EI).

Antes del anuncio, el mandatario buscó el apoyo de líderes del Congreso, y su secretario de Estado, John Kerry, partió a Jordania y Arabia Saudita para promover la estrategia, después de que Washington anunciara que más de 40 países ya aceptaron sumarse a la «coalición» que quiere formar Obama para destruir al EI.

Más temprano, Obama mantuvo una conversación telefónica con el rey saudí Abdullah en la cual ambos mandatarios pidieron más ayuda internacional para combatir a los rebeldes y coincidieron «en la necesidad de aumentar el entrenamiento y equipamiento de la oposición moderada siria», indicó la Casa Blanca.

«Ambos líderes estuvieron de acuerdo en que una oposición siria más fuerte es esencial para enfrentar a los extremistas (como el EI), así como al régimen de (Bashar) al Assad, que perdió legitimidad», añadió.

En represalia a los ataques aéreos estadounidenses, el EI decapitó en el último mes a dos periodistas norteamericanos secuestrados en Siria en 2013 y difundió sus ejecuciones en videos.

Las decapitaciones al parecer provocaron un giro en la opinión pública del país norteamericano, que ahora apoya mayoritariamente atacar a los extremistas en Irak y Siria, según un sondeo de The Washington Post y ABC News conocido hoy.

El 71 por ciento de los estadounidenses está a favor de los bombardeos contra posiciones del EI en el norte de Irak que Estados Unidos inició un mes atrás, frente al 54 % que los apoyaba hace tres semanas y al 45% de junio.

Además, el 65% respalda atacar al EI también en Siria, una opción a la que Obama se ha resistido hasta el momento. Estados Unidos apoya a la oposición siria en el exilio y a su brazo armado dentro de Siria y considera que el presidente sirio, Bashar Al Assad, debería renunciar por haber perdido su legitimidad luego de más de tres años de revuelta en su contra.